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Reflexiona sobre el pasado para tener éxito en el futuro

  • Yoshua Galo |Kidspiration
  • Jan 21, 2020
  • 4 min read


¿Tiene sentido verdad? Es locura hacer la misma cosa una y otra vez y esperar obtener diferentes resultados. Algo tiene que cambiar para que el resultado sea diferente. Así que, si queremos que nuestro futuro sea más exitoso, necesitamos pensar en lo que hemos estado haciendo hasta ahora y ver qué ha contribuido a nuestro éxito y qué ha sido un impedimento a que alcancemos nuestras metas. Esto se llama reflexionar. Y ahorita es el tiempo perfecto para reflexionar porque estamos comenzando un nuevo año (¡Viva el 2020!) y un nuevo semestre.

Reflexionar no es algo que normalmente hacemos, así que, primero, quiero convencerte de que vale la pena hacerlo: a) NO va a tomar mucho tiempo. Tal vez te tome 20 o 25 minutos de las 24 horas de tu día. Solo son 20 minutos de los 1440 minutos en todo el día. No te vas a perder de mucho apartando esos 20 minutos. b) Además, lo puedes hacer donde quieras y cuando quieras. No es necesario salirte de tu camino para hacerlo. Lo puedes hacer en camino al colegio o antes de dormirte. Lo único que necesitas para reflexionar es tiempo concentrado. Trata de evitar distracciones cuando lo estés haciendo.

Si todavía estás leyendo significa que por lo menos estás considerando hacerlo. ¡Eso es excelente! Aquí tienes algunas pautas que te pueden ayudar en este experimento.

  1. Identifica las áreas que fueron exitosas y las áreas que necesitan mejorar. Haz una lista. Escríbela. Tratar de hacerlo en tu cabeza no funciona muy bien porque estarías usando parte de tu cerebro para recordar cosas en vez de usarlo todo para reflexionar. Así que escribe la lista.

  2. Reflexiona sobre lo que te ayudó a tener éxito. Comienza positivo. Encuentra la razón por la que te fue bien en las áreas exitosas. Como en el paso anterior, escribe las razones. Te ayudará a ver patrones. También es importante buscar acciones tangibles y ser específico. Por ejemplo, no es suficiente decir que te fue bien en clase de historia porque te gusta. Puede que eso sea cierto. Pero esa no es la razón por la que te fue bien. El hecho de que te gusta probablemente te motivó a poner más atención en clase, a tomar buenos apuntes, a repasar en tu casa, etc. Esas son acciones tangibles que contribuyeron a tu éxito. También busca ser específico. For ejemplo, podrías escribir “repasé y estudié en la casa cada día por 40 minutos”. Al poner detalles específicos puedes ver patrones más claramente. Así que escribe acciones tangibles y sé específico.

  3. Reflexionar sobre por qué no te fue bien en las otras áreas. Ahora que ya tienes una buena idea de qué contribuyó a tu éxito, será más fácil identificar por qué no te fue igual de bien en las otras áreas. Solo tienes que comparar. Nuevamente, quieres buscar acciones tangibles que impidieron llegar a los resultados que querías. Por ejemplo, si sacaste una nota baja, podrías escribir que fue porque no pusiste atención en clase y porque no estudiaste en casa. Claro, hay momentos en que tu éxito fue impedido por limitaciones personales o por factores fuera de nuestro control. Por ejemplo, tal vez las matemáticas realmente te cuestan (limitación personal) y ya estás trabajando duro, o tal vez tuviste un viaje inesperado (factor fuera de tu control) que te hizo perder clase. Asegúrate de escribir este tipo de factores también.

  4. Decídete por un cambio y comprométete a él. Esta es la parte más difícil. Es hora de cambiar, y cambiar es difícil porque somos criaturas de hábito. La buena noticia es que cambiar es simplemente una manera de crear nuevos hábitos, y mientras más te comprometas al cambio y le des seguimiento, más fácil será continuar con el cambio. Cuando llegues a ese punto, el cambio está en proceso de convertirse en el nuevo normal. ¡Así que llegó el momento! Es hora de ver la lista de las razones que impidieron tu progreso y buscar cambios que te puedan ayudar. Repasar la lista de acciones que te ayudaron a tener éxito te puede dar ideas de qué cambios probar. Recuerda tres cosas mientras hagas esto: escoge acciones tangibles, sé específico y sé realista. Por ejemplo, si la razón por la que no te fue bien es que no estudiaste en casa, entonces podrías decidir repasar y estudiar para esa clase (tangible) cada día por 30 minutos (específico y realista). No digas que estudiarás para esa clase cada día por 2 horas. Eso no es realista. Si nunca has estudiado para esa clase, no lo harás por dos horas cada día. Además, también tienes que dedicarle tiempo a tus otras clases. Si la razón por la que te fue mal fueron factores fuera de tu control, trata de encontrar maneras de lidiar con esas situaciones en el futuro. Por ejemplo, si te cuestan las matemáticas, tal vez tengas que trabajar el doble de duro o tal vez necesites conseguir un tutor que te dé apoyo. Si fue algo como un viaje inesperado, entonces piensa en qué pudiste haber hecho de manera diferente. ¿Te pudiste haber llevado tus libros y cuadernos? ¿Pudiste haber contactado a tus profesores o compañeros de clase para no atrasarte? Sea lo que sea que escojas, comprométete a cumplir con los cambios. Vale la pena.

La próxima vez que alcances, ya sea, un hito en tu vida o un problema que no quieres que vuelva a suceder, repite este proceso y sin duda alguna comenzarás a dirigirte a una vida más exitosa. ¡Métele ganas!

 
 
 

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Actualizado Mayo 2022 por Kidspiration

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